Recuerdo bien que cuando iba más o menos en quinto de primaria, Rudy, un amigo, tenía de huespedes a unas holandesas que habían venido de intercambio. Ellas le regalaron un cassette "del mejor grupo del mundo" que "era holandés" y el me presumía con vehemencia y escuchábamos pero no entendiamos bien. Resulta que ese grupo eran los Pixies, y no, no eran holandeses.
Años después ya entrado en mis dulces 16, mi amigo Juan García se mudó a una cuadra de mi casa y yo lo visitaba casi diario, me presumía su colección de cassettes y platicabamos hasta altas horas de la noche. Recuerdo que mis favoritos eran los de At The Drive In, los de Far y uno que me sonaba muy diferente: el Surfer Rosa de los Pixies. A partir de éste segundo encuentro con ellos ya no los dejé ir.
Uno podría pensar que al haber formado parte de un grupo tan influyente, sus integrantes terminaron siendo inmensamente ricos, que sus vidas ya estaban resueltas y que eran personas al menos medianamente felices y sin complejos no? Pues no! nada de eso, mas bien todo lo contrario, que me quedó más que claro con un documental que les dejo abajo de éstas líneas, en donde se narra el reencuentro de la banda, que lejos de dejar un buen sabor de boca al grupo mismo, me parece que dejó un poco más fracturada su relación. Igualmente les dejo un DVD de esa misma época de un show acústico en Newport que reafirma el valor y vigencia de la banda. Entonces, ya no los aburro y bájenlos!
loudQUIETloud. A Film About The Pixies (2006)
Pixies / Acoustic Live In Newport (2006)
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